Al final lo hemos hecho. Teresa cambiara de colegio el próximo curso. En septiembre se incorporara a un cole de educación especial y que se encuentra en nuestro municipio. Aunque ya conoce a varios alumnos por ser sus compañeros de salida los fines de semana, hará nuevos amigos, tendrá nuevos profesores y nuevos proyectos. Que ilusión y que miedo salir de la zona de confort.
Lo que es habitual en las hermanas, en su caso, este cambio es algo mucho más meditado y consensuado con su cole actual. Si no me hubieran animado no se si habríamos dado el paso. Gracias por darme el empujóncito que me faltaba.
Ganaremos en cercanía, conciliación laboral y familiar, mayores relaciones extra escolares para nuestra chica con síndrome de down. Es el momento.
Pero eso no significa que no estemos algo preocupados por ver la adaptación que va a tener la protagonista de este diario al nuevo centro. Ahora mismo lo acepta plenamente. Confiamos que según se acerque septiembre siga así.
Los cambios siempre son una oportunidad y no va a ser nuestro miedo lo que impida evolucionar esta preciosa jovencita.
Desde que descubrí el blog he estado siguiendo a Teresa, madre mía, que mayor está. Me has ayudado desde tu experiencia. Yo tengo una niña SD de 5 años, soy de Madrid y me encantaría que hablases de tu experiencia en el Gil Gayarre y en el proyecto Salta y nos des más datos, creo que nos sería de mucha utilidad. Mil gracias!! Raquel
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