GRACIAS. LA INCLUSIÓN SE DEMUESTRA EN LOS PEQUEÑOS GESTOS.

La integración y la manoseada inclusión comienzan por la aceptación, por los comportamientos y no por los discursos ideológicos desde un despacho. El respeto al que tiene más dificultades, se demuestra en los pequeños actos cotidianos. Esos momentos que a la mayoría de las personas no nos supone ningún esfuerzo pero que en los mismos seres humanos con una discapacidad significan un contratiempo a veces insalvable.

Estamos pasando unos días en el Camping El Escorial.  Hay unos toboganes de agua que no tienen nada que envidiar a cualquier parque acuático. Encantan a todos y por supuesto a Teresa. Es ágil y nada perfectamente.
La subida a ellos se hace por una escalera de caracol. A nuestra chica con síndrome de down eso le supone un contratiempo de los que antes hablábamos. No enfoca bien su  mirada y ella sube, porque nada la detiene, pero lo hace "a gatas". Reyes y alguna niña le ofrecían su ayuda, pero ésta era rechazada. Otros muchos se impacientaba en la fila por tener que esperar unos segundos más en subir.

El socorrista de esta atracción llamado ABEL al percatarse de la situación se levantó, dio la mano a Teresa (ahora si la acepto porque se sentía segura), acompañándola hasta arriba todas las veces que la protagonista de este diario se tiró por los toboganes. Y no fue una ni dos. Muchas, muchas más. 

No pude evitar acercarme junto con la tía Espe y darle las gracias por su empatía y su exquisito comportamiento hacia la peque.

Estos son los gestos cotidianos a los que me refiero y que reflejan la verdadera convivencia inclusiva. Ayudar al que lo necesita con naturalidad y normalidad. Y así se lo dijimos a este joven. Y más aún. Que se lo comunicaría a su empresa. Este socorrista merece el reconocimiento en la empresa. Solo nos movemos para quejarnos, casi nunca para felicitar la profesionalidad de los trabajadores.

Seguramente sólo los que hemos vivido situaciones embarazosas, de rechazo, miradas indiscretas, gestos contrariados, expresiones como "lo siento pero no puede participar" o "no es apto", "es que retrasa el funcionamiento" etc, entienden mi emoción y agradecimiento  sin matices. 

Gracias Abel.
Haces honor a tu nombre.

Comentarios

  1. Gracias Abel. Somos muchas las madres que hemos vivido momentos impresentables.Y creo que puedo decir que en nombre de esas madres gracias.

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  2. Gracias a todos los Abel, que hay muchos.

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  3. Me encanta esta entrada. La verdad es que el Escorial tiene un magnífico equipo.

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