Hoy 3 de diciembre es el Día Internacional de las personas con Discapacidad. Y según lo establecido por vete tu a saber quien, mi pequeña Teresa forma parte de ese grupo de personas.
Y no, lo siento pero el tiempo me ha enseñado que Teresa no tiene ninguna discapacidad. La observo y no encuentro nada que la haga merecer ese término. Puede que algunas cosas cuesten mas, como a mí y a ti que nos lees, pero ¿el aprender o no a escribir la hace discapacitada? ¿el aprender o no a leer con facilidad la hace ser menos persona?. No.
Mi niña lo que tiene son unas capacidades a las que no llegamos la mayoría de los que nos consideramos válidos. Una facilidad admirable para hacerse querer y respetar. Un carácter formado en el que te deja bien claro que ella toma sus decisiones y sin el miedo de que dirán o que pensaran esos que se creen superiores y creen que las personas con síndrome de down no son necesarias en este mundo. Una tenacidad y una lucha que la convierten en el espejo en el que mirarnos esos que nos creemos ejemplos a seguir. Esos que se creen Dios.
Claro que es consciente que a veces no la entendemos al explicarnos algo. ¿Y que hace?, lo mas lógico. Toma aire, dice espera e intenta hacerlo mejor, hasta que consigamos, nosotros los que no tenemos el don de entenderla de comprender su mensaje. Y lo hace sin llorar, ni patalear, ni frustrarse, lo consigue con esfuerzo. ¿Todos lo hacemos bien a la primera?. Hacen falta personas valientes y sobran personas cómodas.
Mi hija, mi maravillosa hija con síndrome de down no es una persona incapaz. Porque todo lo hace y todo lo hace bien.
Aunque sabemos que Teresa no tiene ninguna discapacidad que la haga menos valiosa, la sociedad si que ha decidido que la tiene y por tanto aprovechamos lo positivo de la situación y fuimos una fiesta que se celebraba en Getafe (Madrid). Rodeados de un montón de amigos y asociaciones que han hecho de la palabra integración su bandera.
Que gran verdad. Los que pensamos que estamos repletos de aptitudes lo que estamos es repletos de miedos por intentarlo. Que grande esta Teresa. Un beso
ResponderEliminarHermoso testimonio, me emocioné hasta las lágrimas. Yo también tengo un pequeño gigante con SD y tampoco le he visto lo discapacitado, sino todo lo contrario, cada nuevo día veo todo lo extraordinario que es y cómo hace que mi vida también lo sea. Muchas gracias por compartir tu sentir. Abrazos apretados para ambos.
ResponderEliminarPodéis decir lo que queráis pero son discapacitados. PUNTO.
ResponderEliminarMe gustaría ver a alguno de vosotros cuidar a un familiar con SD las 24h sin poderle dejar solo ni un instante porque te la lía.
Dejad de vender la moto.
Qué pobre y triste comentario. Realmente das pena. Ojalá hubiera más Teresas en este mundo y menos discapacitados de espíritu como tú.
Eliminaryo tengo dos personas a las que cuidar durante 24 horas una totalmente dependiente y la otra con mas autonomía, que no tienen sindrome de down, pero si discapacidad. y pienso lo mismo que Mercedes. no siempre se valora el enorme esfuerzo que realizan, en estos momentos lo vivo muy de cerca con las prácticas que mi hijo realiza, donde hay quien piensa que como habla muy bien y pone mucho empeño, es su discapacidad lo que le impide reaccionar cuando algo se complica...
ResponderEliminar"Aunque tengo que admitir que hay un comportamiento que la convierte en única y es el querer y aceptar al otro sin condiciones ni prejuicios. Y eso no podemos decir los que nos consideramos capacitados,...".
ResponderEliminarVes anónimo, a eso me refería, que hay gente como tu que es absolutamente incapaz de aceptar al otro como es, y eso es una discapacidad gravisima y ademas peligrosa, porque no se ve.
Toda la razón, tener sindrome de Down no significa ser discapacitado. Totalmente de acuerdo, pueden hacer absolutamente todo lo que puede hacer el resto de las personas, unas cosas las harán peor y otras mejor, como todo el mundo. Pero no carecen de ninguna capacidad, ya está bien de tener que oir la palabrita en cuestión. Y si nos ponemos así también discapacitados son las personas que llevan gafas, los que les cuesta hacer deporte, matemáticas cuando dormimos. Así que según parece discapacitados somos todos o a ellos no se les tiene que llamar asi.
ResponderEliminarYo también tenía el prejuicio de que eran discapacitados mentales hasta que nació mi hija, tan lista, tan bonita, tan divertida y me cambio el concepto totalmente. Ahora con 3 años busco un colegio donde no le pongan etiquetas y es tarea imposible. Pero me alegro de que los que les conocemos realmente, los que tenemos la suerte de disfrutar de ellos pensemos así.
ResponderEliminar