Hace unos días una mamá me preguntaba por el cole al que acudía nuestra chica con síndrome de down. Conversaciones de parque infantil. Al contestar que a uno de educación especial, concretamente el que veis en el vídeo, ella me dijo que no se la veía tantos problemas a la peque, más bien al contrario, como para tener que terminar llevándola a un colegio "de esos". Hablé (mordiéndome la lengua, lo confieso) de la libre elección de centros, y que por eso Teresa era igual de libre que sus hermanas para acudir al centro que mejor se adaptara a sus necesidades. Aquí no existe lo políticamente correcto.
Desde que "sufrimos en nuestras carnes" que inclusión e integración son palabras muy bonitas en la teoría pero muy difíciles de cumplir en la práctica. Desde que comprendimos, que ir a un colegio especializado en personas con discapacidad intelectual no es aceptar que tu hija es retrasada, sino que presenta dificultades que necesitan un trato especial, todo ha ido a mejor. Y a esto hay que sumar que este proceso nos pilló ya muy cansados.
Siempre he dicho que no será la protagonista de este diario la que tenga que dar ejemplo para nadie, la que sea abanderada de nada, que ella es Teresa, una maravillosa criatura con síndrome de down que ha encontrado su sitio. Feliz, contenta y satisfecha con su existencia. Y parece que ha sido en la educación especial donde mejor se encuentra. No discriminación es dejar de ser la alumna con o la alumna de, para pasar a ser una alumna más.
En su cole no aprende a sumar 2+2 porque si. Ese 2+2=4 se resuelve con sentido común, todo tiene un fin, todo sirve para algo. Autonomía, independencia, autoestima, seguridad y también conocimientos enfocados a ella y sus necesidades. No es tan malo entonces¿no?.
Para nada. Estoy de acuerdo contigo. Por mi experiencia, hoy por hoy ni siquiera las aulas enclave dan la talla. Mi sobrino sufría muchísimo y ahora está feliz. Y nosotros más.
ResponderEliminarBesitos
totalmente de acuerdo, nosotros estamos en aula específica, y es lo mejor que le ha pasado a mi hijo, porque están dandole lo que él necesita, autonomía, comunicación... nuestro problema estará dentro de dos cursos cuando ya no pueda estar aquí..
ResponderEliminarEnhorabuena Merche porque habéis encontrado la mejor opción para Teresa y - creo - para toda vuestra familia. Después del proceso tan duro que vivísteis él año pasado os merecéis toda la armonía, respeto y empatía que estáis disfrutando ahora. Y lo más importante, Teresa está feliz y vais luchando y también disfrutando cada uno de sus progresos. Un abrazo, Beatriz
ResponderEliminarQue razon tienes con lo politicamente correcto. Parece que tenemos que aceptar llevar a nuestros hijos a colegios ordinarios para ser mas modernos o transgresores.
ResponderEliminarMi hijo con 10 años va a un centro ordinario y veo que esta empezando a sufrir. Y eso no puedo consentirlo.
Como el colegio perfecto no existe, siemopre tenemos que buscar el que creemos que es mejor para nuestros pequeños. Si encontramos un sitio en el que están felices, seguros y avanzan con paso firme, es que hemos acertado.
ResponderEliminarSi es así: ¡Felicidades!
Pero si te dicen que lo mejor es un sitio de educación especial también te ofendes.
ResponderEliminarUn colegio de necesidades especiales para una niña con necesidades especiales��parece que tiene sentido.
ResponderEliminarMe parece una decision muy acertada, no es la enseñanza la que necesita labor de inclusion, sino la educacion y eso esta en la mano de todos.