Estamos a mitad de curso y algo ha dejado de funcionar en el día a día escolar de nuestra chica con síndrome de down.
Teresa lleva un tiempo que no va tan contenta al colegio. No quiero decir que vaya llorando o pataleando, pero si que lo hace sin ilusión, mas aun, si puede lo evita.
Tal vez la aburra ver las mismas caras de profesionales o que todo sea mas serio en 1º de Primaria y no se encuentre estimulada o comprendida. Puede que no haya conseguido conectar con la profesora y que las expectativas de empatía tan buenas del inicio se hayan disipado a lo largo de estos meses. Hay que comprender que la peque tiene serias dificultades para hacerse entender. Y eso debe de resultar agotador para ella. Descartamos cualquier tipo de abuso o acoso. En ese aspecto estamos totalmente tranquilos.
A la orientadora del centro de este año, al contrario que el curso pasado que la relación con Marta era muy fluida, solo la hemos visto una vez (según ella en mas ocasiones. Pero no conseguimos recordarlo).
En el año anterior (y no era educación obligatoria) cada 3 meses manteníamos una reunión padres y equipo multidisciplinar incluida dirección del centro, para valorar avances o retrasos y trabajar en conjunto. Todos en una misma dirección y a nosotros nos venía muy bien recibir unas pautas de comportamiento respecto a Teresa.
En este curso ni una sola vez nos hemos reunido. Mas aun, a la profesora de Audición y Lenguaje la conocí hace 2 días y porque me presente ante ella, sorprendida de que no cambiáramos impresiones después de haber incluso aportado los informes médicos al centro sobre su dificultad para oír correctamente.
Puede que las palabras que mejor resumen la situación actual es: RESIGNACION.
Somos conscientes que los apoyos educativos han sido recortados de forma salvaje en Castilla-La Mancha y que el inspector que toca este año Francisco Sarabia Condes no es amigo de los niños con necesidades educativas especiales.
Percibimos que Begoña, PT de la protagonista de este diario, es la que mas hace por comunicarnos su trabajo y mantenernos informados. Desgraciadamente son conversaciones de pasillo, intercambiando impresiones cuando voy a cambiarla al colegio porque se ha hecho caca, que desgraciadamente es con bastante frecuencia. Pero parece que es a lo mas que podemos optar en la actualidad.
Percibimos que Begoña, PT de la protagonista de este diario, es la que mas hace por comunicarnos su trabajo y mantenernos informados. Desgraciadamente son conversaciones de pasillo, intercambiando impresiones cuando voy a cambiarla al colegio porque se ha hecho caca, que desgraciadamente es con bastante frecuencia. Pero parece que es a lo mas que podemos optar en la actualidad.
Vaya preocupación.
ResponderEliminarTendréis que investigar que es lo que ocurre. Hablar con los profesores o con los encargados de sus apoyos.
Seguramente el problema es el que sufrimos muchos. La falta de capacitación del profesorado respecto a los niños con necesidades.
Suerte
Seguramente no hay que preocuparse en exceso, ni pensar en abusos que mejor no imaginar. Estoy segura que ya has pensado e investigado esa posibilidad.
ResponderEliminarLo que ocurrira con casi toda probabilidad es que se aburre. No entiende ni la entienden y prefiere quedarse en casa, que es ese lugar donde se encuentra protegida y comprendida.
Pero claro, eso no puede ser posible y hay que poner solucion al problema cuanto antes.
Porque desgraciadamente nuestros hijos, el mio tiene TGD, son presa facil del abandono y como muy bien dices de la dejadez.
Un fuerte abrazo.
Lo que hay es mucha dejadez y falta de interes.
ResponderEliminarNiños fáciles,simpáticos que no dan guerra y aprenden rápido, supongo que los quieren todos los profesionales de la enseñanza.
Después de estos,están los verdaderos MAESTROS, con todas las letras en mayúsculas.Que no se "achantan" y echan la culpa permanente de todo a los recortes que sabemos son salvajes en todas partes.
A esos MAESTROS, se les recuerda siempre, a los otros se les sufre.
Si ademas,el responsable de educación especial como dices, es un sinvergüenza de los de verdad, ya tienes el cocido hecho.
Al final, lo mejor es ir a un Colegio de Educación Especial, porque esta claro que lo de la integración es una chorrada electoralista.
Un beso
Buenas, acabamos de descubrir tu blog. Nos gusta!
ResponderEliminarQueriamos dejarte este enlace http://youtu.be/8l9JLbpqHec para que conozcas la campaña #latteateunasonrisa que pretende dar a conocer las capacidades de las personas con discapacidad intelectual. Te sumas y nos ayudas a difundirlo?
Si vergonzosamente tenemos una ley de integración que debería de ser INCLUSIÓN, que ya las personas que les ponen etiquetas y se valora por esas etiquetas. El enstusiamo del gobierno y los profesionales llegan a ser abrumadores por su escasa participación. La mayoría de centros además de estar overbooking tiene docentes y profesionales que aun no se han enterado que ellos los que necesitan adaptaciones curriculares porque están más discapacitados para hacer su trabajo y tener un compromiso leal con su profesión y con las personas. Los padres, madres y familias con hijos con necesidades educativas especiales tenemos que ir casi siempre con mucha cautela para no herir la sensibilidad de los "profesionales", Gracias que dentro de toda esta inutilidad siguen habiendo, aunque en minoría, profesionales que si se implican en la inclusión real y justa. Gracias por compartir tu historia, casi se repite con otras familias como nosotros, Un abrazo, Cristina Pérez, madre de Cecilia, persona con síndrome de down.
ResponderEliminarTengo una hija de 13 años con síndrome de Down, va a Educación Especial, y he de deciros que estoy decepcionada del tipo de educación que se les da, lo intelectual brilla por su ausencia. Ni sabe leer ni escribir ni coger un lápiz, dicen que no contemplan aun enseñarles eso, que lo importante es que aprendan autonomía personal, la mía ni eso.Desde que nació la he llevado a estimulacion temprana, jardín de infancia, logopedia, fisioterapia...... Mi problema es que tengo una familia numerosa, madre enferma, y otras cosas que me impiden dedicarme a ser su maestra, sin formación para ello, claro. No se si OS pasa igual con vuestros hijos SD, para mi es primordial el aprendizaje intelectual porque la autonomía personal la va aprendiendo con el día a día, pero en mi entorno parezco un bicho raro por pretender que la enseñen a leer en el colegio.
ResponderEliminarGracias por este espacio para poder compartir experiencias.
Maria José
Supongo que en colegio al que va Teresa deben estar cruzando dedos para que no les toque darle clase y vean su nombre en este blog. Qué casualidad que siempre te toca la profesora mala, chica, el año pasado Ana y Mercedes, este Gema... Qué mala suerte tienes.
ResponderEliminarPero luego un día entra alguien y nos cuenta la otra realidad, que llevas a tus hijas siempre tarde, que no las lavas, que no te ocupas...
Pero todo es culpa de los profesores