Estoy sentada en el salón, delante de las cuentas de ingresos y salidas de nuestro pequeño negocio. Mirando, remirando e intentando cuadrar esos dineros, algo que a simple vista parece misión casi imposible.
Las niñas ven la televisión, ajenas a todo, y no se fijan en su mamá con una calculadora, y con cara de preocupación. El único que sigue la escena es el papa de las criaturas. Ya se que casi todo tiene solución, que hay subidas y bajadas. Pero es que algunas cuestas tienen pendientes muy pronunciadas.
De pronto, como si de la nada, aparece Teresa, y empieza a regañarme en voz alta, con su lenguaje ininteligible y tono enfadado que reafirma con grandes gestos. Seguramente me esta diciendo que no me preocupe, que la culpa la tiene la situación mundial que tiene todo patas arriba. Que mucha gente esta viviendo situaciones un millón de veces mas complicada. Y además ella siempre estará a nuestro lado para ayudarnos aunque solo tenga su sonrisa. Cariño mio.
Se sube a una silla torpemente, me agarra la cara con sus blandas manitas y me da un beso, esos que siempre digo que saben a fresa y chocolate y que nuestra chica con SD da como nadie. Besos medicamento.
Ya estoy llorando, que tonta, pero... como quejarme de algo material, que aunque importante es circunstancial, que al fin y al cabo solo es dinero, cuando lo que tengo a mi lado vale su peso en oro.
Aparece una sonrisa en mi rostro, y todo gracias a mi pequeño tesoro.
Aparece una sonrisa en mi rostro, y todo gracias a mi pequeño tesoro.
qué razón tienes!!!
ResponderEliminarun beso, una caricia y se nos olvidan todas las penurias. Aunque yo me quedo con sus pedazo abrazos, con todo el sentimiento, que me da mi pequeño con SD, estrujándome todo lo q le dan sus pequeños bracitos
:)
ResponderEliminarMe he quedado sin palabras,me he emocionado.
Qué consuelo leerte! Qué bien poder sentirse tan reflejada y tan comprendida y ver que no eres la única "tonta" (no se me malinterprete!) que se agobia por los dineros, que se cura con sus sonrisas y que llora como una tonta.
ResponderEliminarPara mi los dos enanos son mi mejor y mayor droga (Nacho con sus reflexiones de niño de 3 años, pero sobre todo Edu y sus conrisas-caritas-morritos! Con 1 año poco más puede hacer) Yo también me agobio fácilmente con las cuentas y en ese momento, Lloro como una tonta cuando ellos me hacen darme cuenta de lo que realmente importa.
Qué ganas de que haga buen tiempo para ir al Albergue de Yanguas y conoceros!
Qué bonito!!!! un beso
ResponderEliminarMamá de 7....soy yo la que te ha invitado a leer mi blog (privado).
ResponderEliminarTu correo aparece visible en esta tu página.
:)
un saludo,
Rose.
ok, no sabia quien era y no sabia que entonces tu blog aparece en mi listado de blogs. y ¿como me invito?
ResponderEliminarTe he invitado con tu dirección de correo,de hecho si has entrado en el blog es porque has seguido las instrucciones :)
ResponderEliminarLo hice "privado" por un asunto personal,simplemente y como sigo vuestro blog-que me encanta,por cierto-no he querido "vetar" a quienes leo asiduamente,pero eso no implica que tengan que seguir el mío,es algo libre,nunca obligatorio.
Muchas gracias por acceder y entrar a conocerlo,de todas formas,está abierto para tí y tus lectores,si lo desean.
:)
Muchas gracias,es todo un lujo poder contar contigo en mi blog,insisto,me encanta "El blog de Teresa" (yo lo llamo así ;)y que conste que he quitado tu comentario porque me lo has pedido tú...la reacción era lógica,debería haber avisado antes.
ResponderEliminarUn abrazo y quedo a la espera de más noticias en este espacio que compartís con tanto cariño.
Besotes.
:)
A mi me pasa lo mismo veo a los niños y las preocupaciones parecen menos graves. Por cierto, Ander tiene 4 años
ResponderEliminarNon naked [url=http://blogtext.org/nudecelebs/] nude sex scene[/url] celebrities naked
ResponderEliminarQué bonito post Mercedes!
ResponderEliminarUn abrazo.
Increible, me encanta!
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